Sábado. Son las 8 de la mañana y nuestro equipo ha quedado en el portal de Pilar. Hoy es su gran día, se casa con el amor de su vida y lleva preparando la boda con ilusión durante los últimos meses.
Ella y su madre nos abren la puerta del piso familiar con esa enorme sonrisa que las caracteriza. Pilar dice estar muy tranquila y algo cansada, pues ha pasado una noche ‘difícil’, pero su cara no la delata, está radiante.
Nos invita a pasar a su habitación y nos ponemos manos a la obra.
Pilar quería un recogido de corte clásico para la ocasión y asesorada por nuestras expertas, escogió el que vamos viendo que se va perfilando a continuación…
Mientras Rebeca peina a Pilar, Alicia maquilla a su progenitora, Herminia. Nuestro equipo se complementa perfectamente, ya tienen un largo recorrido en peinados nupciales y la simpatía de la novia y de su familia hacen que sea todo un placer trabajar, aunque nos hayamos pegado un buen madrugón.
Tonos marrones y rosados para Herminia, a juego con su vestido y en armonía con su tocado. Y a continuación pasamos a la fase inversa: Pilar disfruta de la sesión de maquillaje y Herminia de la de peluquería.
A pesar de tener una idea clara sobre el maquillaje y de haber realizado varias pruebas, en el último momento Alicia decide dulcificar más los rasgos de la novia utilizando sombras de tonos más suaves. Pilar está de acuerdo y espera impaciente el resultado final. Ambas comentan lo importante que es tratar la piel antes de una ocasión tan especial. Limpiarla e hidratarla en profundidad para que luzca perfecta y el maquillaje se absorba con facilidad y de manera homogénea.
Rebeca ha terminado de peinar a Herminia y se esfuerza en colocarle el tocado de forma correcta. La fijación es esencial, ya que es una boda de mañana y deberá permanecer intacto al menos hasta pasada la primera parte del banquete.
Madre e hija aprovechan un pequeño descanso para compartir confidencias y bromas.
Voila! El tocado está perfecto en la cabeza de su dueña y sólo nos queda terminar de maquillar a Pilar y darle los últimos retoques de peluquería.
Tras la última comprobación de Alicia aprovechando al máximo la luz natural, este es el magnífico resultado de la ‘sombra aquí y la sombra allá’. Pilar está increíblemente bella, maravillosa.
Ya han llegado los adornos florales recién recogidos de la floristería y Pilar contempla la sencillez y fragilidad de las florecitas que llevará en el pelo.
El broche final a un peinado hecho a su medida, romántico, clásico y que realza su ya de por sí palpable belleza.
¡Y Pilar posa así de preciosa, ya casi lista para ir a la iglesia! Muchas gracias por habernos dejado formar parte de este día tan importante para ti, por haber confiado en nosotros en todo momento y haber sabido escuchar siempre nuestras sugerencias.
Trabajar con clientas como tú hace que nuestro trabajo se convierta en el mejor de los hobbies.
¡ Te deseamos toda la suerte del mundo, guapa!