¿Cómo ha sido la experiencia? ¿Qué es lo más positivo que te has llevado a casa?
Inolvidable. Lo que más me ha gustado es que compartir la experiencia con otras personas que tienen la misma pasión que yo y que podamos aprender los unos de los otros, en un ambiente internacional inmejorable. No importa que no habláramos el mismo idioma, el lenguaje de la peluquería es universal.
Ha sido también un lujo tener a Pilar de compañera de fatigas, traemos muchas anécdotas en la maleta.
¿Cuánto tiempo teníais para pensar en vuestras creaciones? ¿Llevabais muchas ideas en la maleta?
Nos comunicaron la temática: Prince, pero hasta que no estás allí no sabes con qué compañero te va a tocar, ni qué modelo vas a tener ni en qué grupo de trabajo vas a estar. Tienes unas 12 horas para pensar en la creación con una noche de por medio…no es mucho tiempo. Llevas alguna idea de qué es lo que quieres hacer y el material para conseguirlo, pero luego también tienes que tener en cuenta lo que tu compañero/a quiere hacer y su material y ponerlo todo en común…
Hay que trabajar bajo mucha presión, en unos veinte minutos nos pusimos de acuerdo con nuestros respectivos compañeros de trabajo. No hay error que valga, ni tiempo de ensayos: tuvimos aproximadamente una hora para montar todo el trabajo de peluquería, así que no hay posibilidad de recomenzar de nuevo si no te convence el resultado.
Por fortuna todo salió genial, mucho mejor de lo que esperábamos. Fuimos con mucho miedo, pero en el momento crítico supimos mantener la calma y disfrutar de cada minuto, dando rienda suelta a la creatividad.
¿Tuvisteis tiempo de realizar alguna actividad fuera de la gala?
Sí, hicimos un poco de turismo y también una formación que nos encantó con la marca Wella: nos presentaron su nueva colección y luego por parejas creábamos nuestra propia versión de la misma.
Volvamos un momento a ese momento en que decidiste ser estilista ¿Cómo fue? ¿Qué te hizo tomar este camino?
Dejé la universidad para ser peluquera, que es lo que siempre había querido. No me imagino haciendo otra cosa. Me convenció la escuela Pivot Point por las buenas explicaciones que recibí cuando fui a informarme. Más tarde también estudié estética, pero me gusta más la peluquería.
¿Cómo ves la peluquería hoy en día?
Creo que dos años no son suficientes para ser un buen estilista. Si quieres serlo, además del curso básico tienes que estar en contacto con las nuevas tendencias, realizar formaciones complementarias continuamente…
Para terminar: ¿Cuál sería tu sueño en esta profesión?
Llegar al punto máximo de desarrollo personal en el terreno laboral. También me encanta el mundo de la formación: estoy haciendo poco a poco mis pinitos como monitora.
Muchas gracias Lucía, estamos muy orgullosos de tener en nuestro equipo personas como tú. ¡Llegarás a donde te propongas!